Julia es una vital anciana que vive con Karen, su cuidadora boliviana. Ambas huyen al País Vasco, evitando que su hija Marta la ingrese en una residencia. Karen y Julia recorrerán un camino cargado de esperanza, cariño, dolor y también de Whoppers, fútbol, cumbia y risas. Un viaje que les devolverá para siempre la libertad.